DESCRIPCIÓN DEL TALLER El taller plantea trabajar con actores y actrices, y con aquellos interesados en profundizar en el género de LA COMEDIA. Se trata de explorar a través de diferentes escenas del siglo XX y XXI para reconocer sus variantes estilísticas: comedia romántica, de situación, física, negra, enredo, absurda, grotesca, etc. Así como reconocer lo que puedan tener en común como puede ser: el tono, el ritmo, la agilidad, la fisicidad leve, etc. La comedia se debe tomar tan en serio como la tragedia. Es un trabajo de alquimista, de relojero, de sentido común; un periplo que aborda la técnica sobre la dicción y la expresividad y una labor sobre la exigencia en la calidad que se ofrece. Con la Comedia se consigue divertir, criticar, reflexionar y hacer reflexionar, emocionarnos y conmovernos. Así que para llegar a esto debemos encontrar las claves de cada estilo con la delicadeza y precisión que se requiere. Debemos tener ganas de investigar, de buscar en nosotros y ganas de no tener miedo a superar los miedos o, al menos, de revisarlos. Las escenas escogidas serán de autores tanto españoles, europeos como iberoamericanos, del siglo XX y XXI. Las escenas serán ofrecidas por quien imparte el taller. Si alguno de los asistentes quiere aportar alguna escena, será trabajada como segunda opción. Cada asistente deberá aprender el texto antes de empezar el taller, y podrá abordar un máximo de dos escenas. Se propone analizar las escenas, conocer a fondo las situaciones, los personajes, sus relaciones, los estados, las transformaciones de los estados, etc. Abordar la forma, los estilos de cómo interpretar; cómo los estilos conforman las palabras, los silencios y la información que aporta para concretar y definir los personajes y sus estados. Plantearemos los diferentes estratos de lo que se siente, lo que se piensa y lo que se dice: la perspectiva del juego. Tomaremos decisiones al respecto, veremos cuál es la que mejor camina, la que nos sirve para expresar lo que necesitamos. Buscaremos alejarnos de los clichés, lo banal, las gracietas, lo facilón; pero eso no significa complicarse o sofisticar. Lo complejo es hacer que parezca fácil, buscar lo sencillo, sin miedo a lo cotidiano y a la elaboración de nuestra técnica, imaginación sobre lo cotidiano.
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